martes, 21 de noviembre de 2017

MÁS POBREZA POLÍTICA CONTRA LA POBREZA REAL


MÁS POBREZA POLÍTICA CONTRA LA POBREZA REAL


Mª Ángeles Sierra
Miembro de la Plataforma Igualdad Social Valladolid.



El pasado 15 de noviembre de 2016, el Ayuntamiento de Valladolid, nos informaba a través de su página web, que desde la concejalía de Servicios Sociales, pondrían en marcha una nueva campaña de información sobre Ayudas de Pobreza Energética, las cuales, irían destinadas a familias con ingresos inferiores a 639 euros al mes, en caso de familias monoparentales, y hasta 938 €, en caso de familias numerosas. De estas ayudas, nos informaban, que en el año 2015, se habían beneficiado 648 familias, lo que había supuesto un incremento del gasto de servicios sociales destinados a las Ayudas de Emergencia con la especificidad de las Ayudas de Pobreza Energética por un total de 276. 335 Euros. (Más explicaciones al respecto pueden encontrarse a través del siguiente enlace)



Curiosamente, este año, y tras dos años consecutivos, dada la demora en sacar la nueva convocatoria de esas ayudas y, metido ya el frio en los huesos de muchos ciudadanos en condiciones de precariedad extrema consultamos el pasado 6 de noviembre, vía redes sociales, a través del Twitter del Ayuntamiento, si están pendientes de hacer pública esta convocatoria, que si bien, no resultaba ser la panacea para los ciudadanxs más desfavorecidos de nuestra ciudad, al menos, suponían un ligero alivio sobre sus situaciones de déficit en la mayoría de ocasiones extremo. Y esta fue la respuesta que obtuvimos.


Pues bien, esto, que en principio, y visto así, podría parecer no solo correcto, sino además, mejorado, no resulta ser en definitiva lo que parece y, viene a ser, una vez más, otra de las muchas triquiñuelas administrativas a las que ya, desde tiempos innombrables, nos tienen acostumbrados. Triquiñuelas que, de una parte, sirven para confundir a la ciudadanía que, ante este tipo de informaciones, y dado que no tiene que ser experta en todo, estima en términos generales, que los poderes políticos- administrativos lo están haciendo bien; y de otra parte, sirve para ahorrarse unos puñados de euros, hipotéticamente presupuestados, aunque sea a costa de las situaciones de las personas más necesitadas de nuestro entorno.


Pero, no basta con que nosotros demos esta opinión sin más, ya que, podríamos ser tildados sistemáticamente como ciudadanxs antisistema por la acostumbrada demagogia política a la que nos tienen acostumbradxs, tanto desde la derecha, como de la izquierda, así como de los sectores políticos que nosotros, a veces, denominamos mediopensionistas. Por tanto, lo que pretendemos a través de la presente exposición, es explicar la diferencia entre otorgar las ayudas de una manera o de otra.

Así pues, como punto de partida:

1. Tenemos previamente que saber, que las Ayudas de Emergencia sólo pueden solicitarse una vez al año, y en las cuales están alimentación, alquiler, vestido, higiene, etc, así como en determinados casos, para gastos energéticos. 

2. También, es imprescindible saber que, la convocatoria durante 2015 y 2016 de las Ayudas a la Pobreza Energética, no era incompatible con la convocatoria de Ayudas de Emergencia, por tratarse de una convocatoria específica que se producía en los meses de invierno para compensar la pobreza energética de los ciudadanos que, no necesariamente, tendrían que formar parte del paquete de usuarios de la ayuda de emergencia y, que a su vez, en caso de que sí fueran usuarios de la ayuda de emergencia, esa compatibilidad en la petición de las ayudas, les suponía un ligero alivio de sus ya, de por sí, difíciles e infrahumanas situaciones.

3. Otro dato importantísimo a conocer es, sin duda, el procedimiento a la hora de solicitar y resolver este tipo de ayudas.

El procedimiento que se siguió en 2016 con las Ayudas a la Pobreza Energética, consistió en la apertura de una convocatoria desde el Ayuntamiento de Valladolid con fecha 8 de noviembre, para la que se dio un plazo de un mes de solicitud, que finalizó el 8 de diciembre y, cuya tramitación, tenía que ser obligatoriamente a través de registro, lo que significó que, conforme a los plazos de resolución estimados por la vía de registro, tal como viene regulado, incrementaba la premura y agilidad en cuanto a la concesión o denegación de las peticiones presentadas, por lo que, pudimos ver, como algunas personas, que se acogían a estas ayudas antes de finalizado el año, ya disponían del montante de la ayuda que se les había concedido.

No obstante, el procedimiento que se sigue habitualmente con las Ayudas de Emergencia, que recordamos, sólo pueden solicitarse una vez al año, resulta cuanto menos tedioso e incluso desincentivador en lo que al procedimiento a seguir se refiere, ya que, los pasos que han de dar los demandantes, no resultan ni ágiles, ni mucho menos fáciles para personas en situación de emergencia.

Primeramente, estas personas tienen que solicitar una entrevista con su trabajadora o trabajador social del CEAS de su zona, hecho este, que puede en muchas ocasiones demorarse hasta un mes, dependiendo de la agenda que dicho profesional tenga. Tras realizar esta entrevista con el asistente social, éste, requiere un tipo de documentación que se habrá de aportar, lo que en el mejor de los casos puede venir llevando una semana y, una vez obtenida esa documentación, y dando por hecho que no falte nada de ella, nuevamente hay que pedir cita al Ayuntamiento con la trabajadora o trabajador social, lo que de nuevo puede llevarnos otro mes de demora. A partir de ese momento, es cuando el profesional empieza el trámite si lo considera oportuno y lo presenta en Registro, lo que puede llevar a una persona o familia en situación de emergencia, a que vea demorada dicha situación, en alrededor de cuatro meses, o incluso más.

Estamos hablando de personas que necesitan para comer, para vestir, para mantener unos mínimos higiénicos o para cubrir necesidades puntuales y especiales de carácter vital, como puede ser el pago de la luz, cuyas facturas, no esperan y que solicitan este tipo de ayudas por una sola vez al año, y cuya cuantía máxima, en el peor de los casos, desde el punto de vista de la necesidad, no alcanza los 1000 euros anuales. Es decir, estamos hablando más de caridad que de un verdadero y deseable derecho social, pero además, de una caridad un tanto torticera por lo que tiene de demorada.

Por todo ello, hemos de entender, que a esa caridad, a la que se le había añadido la otra caridad, compatible de las ayudas a la pobreza energética durante los ejercicios 2015 y 2016, al unirla a la anterior, por mucho que nos puedan decir que se ha aumentado la partida presupuestaria, una vez más, se la deja como estaba o peor de como ya nos la dejara el anterior equipo de gobierno municipal del Partido Popular en Valladolid. Es decir, este año, el Partido Socialista y sus socios, al menos por consentimiento u omisión, vuelven a dejar a los sectores más desfavorecidos de nuestra población, muy por debajo de lo que deberían ser sus Derechos Humanos vitales, puesto que se crean las siguientes situaciones:

1. Desincentivación de las personas más necesitadas a la hora de tener que peregrinar para hacer posible, en modalidad de caridad, una parte de lo que deberían de ser sus derechos básicos.

2. Las personas que para este año hayan solicitado la ayuda de emergencia, sin que desde sus CEAS se les haya incorporado la ayuda a la pobreza energética, ya no podrán solicitarla.
3. Aquellas personas, que en situación de múltiples necesidades, soliciten únicamente la ayuda de pobreza energética, tendrán que esperar un año más para solicitar otro tipo de ayudas. Dato este, del que no suelen informarles.

4. Que una situación, si cabe más sangrante, será la de aquellas personas que soliciten a finales de este año la Ayuda de Emergencia, y en la misma, se incluya la ayuda de pobreza energética; éstas, debido a la demora en la percepción del abono de la prestación, que seguramente será en el año 2018, ya que, lo que cuenta para poder solicitar otra ayuda, es la fecha en la que la perciban, no la de solicitud, por tanto, ya no podrán solicitar ninguna ayuda de emergencia hasta el año 2019.

Esta y no otra, es la realidad que no nos cuentan desde el papel couché nuestros políticos, sean del color que sean, y que con tanta facilidad nos hacen creer con incrementos presupuestarios de paupérrimas ayudas, de los que sin duda acabará habiendo excedentes, que los elefantes son rosas y vuelan.




Valladolid 21 de noviembre de 2017


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Colectivo Prometeo: Video del acto / homenaje SEGUIMOS JULIO

Colectivo Prometeo: Video del acto / homenaje SEGUIMOS JULIO :         El sábado 21 pudimos celebrar por fin un pequeño acto de homenaje en...